Los maristas clasificaron para el histórico certamen Veco Villegas, a jugarse del 19 al 21 de este mes, en Tucumán, con los mejores equipos de rugby del país, tras derrotar en la final a San Ignacio, 29 a 18.
La división M19 de Sporting se coronó campeona en el Torneo Regional Pampeano de rugby. De esta manera, se clasificó para disputar el histórico certamen Veco Villegas, que se desarrollará en Tucumán, del sábado 19 al lunes 21 de este mes, junto a los mejores equipos del país.
En la definición del certamen, el “albinegro” se impuso a San Ignacio, por 29 a 18.
La campaña incluyó una victoria 100 a 0 sobre Universitario de Bahía Blanca, luego el triunfo 37 a 17 frente a Mar del Plata Club, en el clásico, y el cierre con un éxito de visitante ante Argentino en Bahía, por 62 a 12 para quedar primero en el grupo y sacar pasaje a la final.
En la otra zona, además de San Ignacio, participaron Universitario de Mar del Plata, Sociedad Sportiva de Bahía Blanca y Biguá.
El plantel estuvo integrado por: Francisco Alesio, Mateo Ares, Tomás Bardi, Alfredo Boly, Federico Camilion, Francisco Camilion, Bautista Cecive, Francisco Charles, Matías Colángelo, Valentino Cóncaro Volpe, Marcos Dantas, Federico de Siena, Tobías Duque, Justo Echevarría, Brian Echezarreta, Eliseo Estevan, Juan Segundo Estevan, Fermín Etchegoyen, Iván Fernández Criado y Tomás Ferrari.
También jugaron Víctor Figueroa, Adonis González, Franco González, Etienne Gourdy, Fausto Iriart, Jerónimo Isaias Quirino, Facundo Juárez, Nicolás Loustau, Julián Luque, Tomás Mersari, Marcos Montemartini, Giovanni Mulieri, Guido Potente, Benjamín Rullo, Gonzalo Sacchi, Jerónimo Temperley, Santiago Torti y Juan Cruz Vidal.
El cuerpo técnico lo integraron José Figueroa, Luciano Pampín, Guillermo Vispo, Juan Pablo Charles, Juan Sacchi, Leonardo Pelletier y Pablo García.
“El año empezó un poco errático, con un plantel numeroso y jugadores que subieron de M17 que debían juntarse con los que quedaban de la categoría 2004″, refirió Figueroa.
“Siempre respaldados por el equipo B, que hacía que se tuviera que competir por un puesto, hubo partidos buenos y malos, y mostramos un rendimiento irregular durante el primer semestre. Para mediados de año perdimos un partido con San Ignacio que nos hizo replantear un poco las cosas”, afirmó el coach.
“A partir de ahí empezamos a crecer tanto en el juego como en la cuestión grupal; las dos camadas terminaron su proceso lógico de ensamble, se entendió mejor la idea que teníamos los entrenadores y nos propusimos jugar cada fin de semana una final. Así alcanzamos el título en el torneo local y enseguida nos enfocamos en el Regional Pampeano. Creo que llegamos a esta final con San Ignacio en un momento óptimo, y a pesar de no haber desarrollado el mejor juego, fuimos sólidos en defensa cuando nos tocó jugar sin la pelota y muy efectivos a la hora de anotar”, analizó para concluir Figueroa.